Cuando vuelvo a la casa intento acordarme de aquellos detalles que cuando era niña me parecían inalcanzables. Como el jarrón de la abuela Juana, o los porta retratos de nosotros; o prohibirme esconderme en el placard de la pieza grande, por que en una travesura perdí una de sus llaves; intentar alejarme del espejo del living por miedo a que se volviera a caer; pedir que me cambien los canales, por haber trabado un botón una que otra vez; detalles que hoy veo y recuerdo con claridad, esos sábados a las tardes, jugando, pintando, patinando, viviendo.
viernes, 27 de junio de 2008
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